“Que te parece si dejamos el trabajo escolar para… más
tarde?” Insinuó el pelinegro a la chica sentada a su lado, mientras este mismo
se sentaba en el sillón
“Pero… Shiroyama-san, debemos terminar esto para mañana” Respondió
la chica mirando los papeles aun en el piso
“Por eso mismo, tenemos hasta mañana, ahora… Ven aquí! La
jalo de un brazo hasta el sillón, donde la recostó y se encimo en ella mientras
comenzaba a besarla y con una mano acariciar uno de sus pechos
“Te había dicho alguna vez, lo mucho que me gustan tus
pechos?” –Bajo su mano hasta las piernas de la chica, y también fue deslizando
su lengua hasta llegar al escote de la chica. Mientras con su otra mano, rozaba
con delicadeza la zona intima de la chica, ella trataba de no gemir, era
demasiado tímida y le avergonzaba que la escuchara de aquella manera
“Solo déjalo salir…” Comento el pelinegro dando un fuerte apretón
al pecho de la chica, haciendo que ella gimiera “Solo eso me faltaba escuchar…”
Se deshizo por completo de la ropa de la chica, y de su camisa, bajo un poco su
pantalón, y en ese momento ella ya casi le suplicaba que lo hiciera, por lo que
el no dudo en invadir a la chica, penetrándola, la besaba, mientras se movía
con agilidad, él siempre lo había dicho, aquella mujer lo volvía loco. Ella no
paraba de gemir, el realmente lo hacía demasiado bien, cuando el no pudo más,
termino dentro de ella, pero l continuo besando por un buen rato, luego, la
cargo hasta la bañera y bueno … esa ya es otra historia
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